Con el regreso a las clases, la alimentación de los niños en la escuela es un aspecto clave que requiere atención, especialmente en días de altas temperaturas. Se recomienda que los estudiantes lleven colaciones saludables preparadas en casa, evitando aquellos alimentos que puedan descomponerse con el calor y representar un riesgo para la salud.
Entre las opciones más seguras se encuentran las frutas de estación correctamente lavadas y protegidas de la contaminación, los jugos naturales sin conservantes, las semillas, los frutos secos y los sándwiches sin aderezos. También es fundamental garantizar una hidratación adecuada, por lo que lo ideal es que los niños lleven una botella con agua potable.
Las altas temperaturas del verano no solo afectan el bienestar general, sino que también pueden representar un riesgo para la salud a través de los alimentos. Durante esta época del año, aumentan las intoxicaciones e infecciones de origen alimentario, así como los casos de enfermedades transmitidas por alimentos. Esto ocurre porque el calor y la humedad favorecen la proliferación de bacterias y otros microorganismos, lo que puede derivar en problemas de salud si no se toman las precauciones adecuadas.
El programa de Bromatología del Ministerio de Salud Pública subraya la importancia de extremar las pautas de higiene y la manipulación segura de los alimentos. Muchas de las enfermedades asociadas al consumo de alimentos en mal estado pueden tener consecuencias graves, especialmente en los sectores más vulnerables de la población.
Entre las enfermedades más comunes se encuentran la salmonelosis, el síndrome urémico hemolítico, el botulismo y la fiebre tifoidea, todas ellas causadas por bacterias. También existen infecciones virales como el norovirus, el rotavirus y la hepatitis A, así como enfermedades parasitarias como la toxoplasmosis, la hidatidosis y la triquinosis.
Los grupos más vulnerables a estas enfermedades son los niños pequeños, las embarazadas, los adultos mayores y aquellas personas con un sistema inmunológico debilitado, como pacientes oncológicos, trasplantados o inmunosuprimidos. En ellos, una intoxicación alimentaria puede derivar en cuadros graves que requieran internación e incluso representar un riesgo para la vida.
Para evitar estos problemas, se recomienda consumir únicamente alimentos elaborados en condiciones seguras y con ingredientes frescos. Es fundamental conservar refrigeradas las carnes y asegurarse de que no pasen mucho tiempo a temperatura ambiente antes de cocinarlas. También se aconseja cocinar bien los alimentos, ya que el calor destruye la mayoría de los microorganismos. En el caso de las carnes de ave y de cerdo, es importante que estén bien cocidas.
Los alimentos preparados que no se consuman de inmediato deben mantenerse a más de 60 grados si están calientes, o por debajo de los 7 grados si son fríos. La contaminación cruzada es otro de los riesgos a evitar. Los alimentos crudos no deben estar en contacto con los cocidos y deben almacenarse en la heladera en estantes separados y en recipientes tapados.
Los huevos deben comprarse en lugares confiables y mantenerse refrigerados. Se recomienda desechar aquellos que estén sucios o rotos, ya que pueden estar contaminados. Las preparaciones con huevo crudo o poco cocido, como la mayonesa casera, deben consumirse con precaución y no estar expuestas a temperaturas elevadas.
La higiene en la manipulación de los alimentos es clave para reducir riesgos. Es fundamental lavarse las manos con frecuencia, limpiar adecuadamente los utensilios de cocina y evitar el contacto de los alimentos con insectos o animales, ya que pueden ser portadores de patógenos. También es importante asegurarse de que el agua que se consume sea potable y mantener la cadena de frío de los productos perecederos.
Uno de los principales factores de riesgo durante el verano es la compra de alimentos preparados en puestos callejeros sin control sanitario. Muchas veces, la manipulación incorrecta y la falta de refrigeración adecuada pueden hacer que los alimentos se contaminen con bacterias peligrosas.
Fuente: El Tribuno | Salta