Todo comenzó cuando Milagros Daverio junto a sus 3 hijos de 6, 10 y 12 años llego desde Tucumán a Salta por cuestiones de trabajo de su esposo, pero todo se hizo cuesta arriba y se complicó, ya que hizo trabajos de albañilería por un tiempo y luego quedó desempleado. Hace una semana que sus pequeños no almuerzan y a duras penas logra darles para comer “pan con queso” y lo que pueden conseguir con pequeñas changas que realizan. Por ese motivo piden sobre todo un trabajo de forma urgente, para poder salir de la dura realidad que atraviesan. Los interesados en ayudar pueden comunicarse al 3872 17-4507.
Según explicó la madre a El Tribuno, actualmente viven en una casa del barrio El Tribuno, ubicada en la calle La Gaceta de Tucumán 2297 esquina Clarín, que alquilan, pero cada vez es más difícil llegar a pagar por el espacio porque las expensas suben mes a mes y a duras penas logran cumplir. A eso se suman los servicios básicos como luz e impuestos, los que también subieron notablemente. “Parece que estamos en un pozo del que no podemos salir, es muy duro porque mis hijos me piden comida y yo no tengo”, sostuvo.
Los docentes ayudan con mercadería cuando pueden
Sus hijos asisten a la Escuela Mariano Moreno, en dónde al menos pueden merendar para aplacar su hambre, incluso las docentes le envían algo de mercadería. El alquiler les cuesta 170 mil pesos y sube cada vez más. Milagros remarca que está dispuesta para trabajar de lo que sea, hoy padece anemia, pero está más preocupada por su hija de 6 años que en varias oportunidades le expresó que se siente mareada, débil y le duele mucho la cabeza. “He llevado a mis niños al centro de salud y me dijeron que están débiles porque no se están alimentando bien”, indicó con angustia.
Un trabajo para procurar un plato de comida a sus hijos
Y dijo que a ella como mamá le duele en el alma la situación que atraviesan, porque sus hijos le piden comida y lamentablemente no tiene. Es por eso que solicita con desesperación un trabajo al menos al mediodía, porque debe llevar a los niños a la escuela y no tienen a ningún familiar que los pueda ayudar con eso. En tanto, para su marido pide algún trabajo de albañilería.
Luego detalló que cobra el salario universal por hijo, con lo cual completa para el alquiler, pero no alcanza, ya que aparte la luz les llega con un costo de 47 hasta 65 mil pesos la última boleta. “Tengo que ir pagado, pero no la puedo pagar a todas, así que me viene dos boletas juntas y es un montón”, resaltó.
Milagros dijo que todo lo que puedan aportar los salteños solidarios les será de gran ayuda, sobre todo leche, azúcar, aceite, harina, etc. Y remarcó que se atrevió hacer pública su situación por la desesperación que le genera que sus hijos pasen “hambre”.
Por otro lado Daverio contó que hace 14 años que alquilan porque la situación económica es muy complicada y conseguir una casa es algo casi “imposible”.
Las notas de los niños bajaron
Respecto a los menores dijo que en la escuela han nota que sus notas están bajas debido al déficit nutricional que tienen. “Están bajas sus notas, porque no se concentran bien, algunas veces les duele la cabeza”, contó entre lágrimas.
Y dijo que aprovechan el horario de la merienda en la Escuela para alimentarse un poco. “El viernes les dieron pan, también para que traigan la casa”, comentó.
Cuenta con una cocina rota que pierde gas
Asimismo Daverio contó que tiene una cocina muy vieja y que ya se encuentra deteriorada por el uso, incluso pierde gas y eso pone en riesgo a su familia. Por lo cual debe estar muy atenta a eso y ventilar de forma permanente su hogar.
Sin esperanzas de un futuro mejor
Ante la cruda realidad que atraviesa la madre dice que ya perdió todas las esperanzas y que a situación le duele demasiado. “Algunas veces no tengo ganas de vivir, la situación que estamos pasando es muy complicada para nosotros”, enfatizó con tristeza.
Además recalcó que es consciente que pasan miles de situación en el mundo, pero para ella es muy duro no poder darles de comer a sus hijos. Es por eso que pide con urgencia un trabajo, ya que sabe que es lo único que les puede brindar una ayuda a largo plazo sobre todo por la vida de sus niños. “Mis hijos son muy chiquitos y no pueden estudiar sin estar bien alimentados, apelo al corazón de las autoridades”, finalizó Milagros.
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