La avenida Hipólito Yrigoyen, al 800, se viste de colores por estos días que anuncian la llegada de los Reyes Magos a la ciudad de Salta.
Sucede que el Servicio Penitenciario de la Provincia de Salta puso a la venta los ya tradicionales regalos que piden los chicos en sus caras. Son productos elaborados en los talleres de laborterapia que reciben los internos diariamente en la Unidad Penitenciaria de Villa Las Rosas.
La venta de productos estará disponible hoy y mañana, de 8 a 20, y el sábado, será último día para los regalos del 6 de enero y estará abierto solamente de 8 a 12. Así que habrá que tener en cuenta las previsiones pertinentes para que a los Reyes Magos no se les escape la tortuga.
El lugar es fácil de encontrar porque los juguetes están en la calle, como una exposición a cielo abierto, donde hay trabajos en madera, hierro, artículos de luthería y algo de indumentaria.
Hay castillos para muñecas que van desde los 28 a 42 mil pesos, camas para bebotes a $26.000, una cómoda para maquillaje sale 94 mil pesos. Pueden parecer valores altos, pero el trabajo es impecable; son regalos para toda la vida.
Un fuerte de cowboys sale $30.000, los juegos de herramientas salen a 7500 pesos y las camionetas medianas están a 10.500 pesos. Hay juegos de ingenio para más pequeños a $6.000. Un jenga sale mediano sale $13.000.
Lo más interesante es que se puede pagar hasta en tres cuotas sin intereses con tarjetas bancarias. También en efectivo con compras superiores a los 10.000 pesos hay un descuento del 5 por ciento.
“Tenemos una variedad de productos y de precios para todos los bolsillos. Estos productos, que son mucho más baratos que los existentes en los comercios, son elaborados por personas privadas de su libertad junto a los talleristas del Servicio Penitenciario”, dijo Lucas Guara, que es el encargado de recibir a prensa.
Explicó que existen varios talleres que se podrían definir como “estacionarios”. Desde hace un tiempo que vienen trabajando en la elaboración de juguetes, luego seguirán con trabajos para el Día del Padre, luego de la Madre o de Navidad. Además tienen excelentes trabajos de talabartería, herrería y luthería.
“Es necesario decir que todo lo que se recauda está destinado a un fondo común que es de inversión, porque con eso se compra todos los materiales y las herramientas para seguir trabajando en otros talleres. Cada uno de estos espacios de capacitación está integrado por entre 10 y 20 personas privadas de la libertad y unos 5 talleristas del Servicio Penitenciario de la Provincia”, concluyó Guara.
Fuente: El Tribuno | Salta