Las “nietas y nietos” son la continuidad de la construcción del sentido de la Memoria, la Verdad y la Justicia.
A 48 años de la denominada “Masacre de El Gallinato” un grupo de estudiantes avanzados de la carrera de Comunicaciones Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba, de la especialización de Cine y Artes Audiovisuales, se encuentra en Salta rodando un documental sobre ese aberrante hecho perpetrado por el terrorismo de Estado en nuestra provincia.
“Un Silencio en el Estruendo, Masacre de El Gallinato” está guionado como un documental que tendrá una duración aproximada de 40 minutos. En estos días se encuentra rodando en la ciudad de Salta, La Caldera y en el paraje ubicado a unos 15 km de la capital provincial, sobre ruta nacional 9.
Este trabajo recupera el relato sobre La Masacre de El Gallinato. Entre la noche del 24 y las primeras horas del 25 de septiembre de 1976 los grupos de tareas arrasaron viviendas en la capital salteña con un operativo múltiple y coordinado. Mataron a tiros al adolescente Martín Cobos y se llevaron secuestradas a cinco personas, algunas de las cuales fueron luego asesinadas en el Abra El Gallinato, en la zona de serranías cercana a la ciudad. “El documental está pensado desde la idea en que los entrevistados narren su propia experiencia y poder conectar los diferentes relatos a medida que la historia avanza”, dijo el grupo de jóvenes ya instalado en Salta.
Ellos son Guadalupe Cazzullo, Maximiliano Francesco Diana, Alejo Gudiño, Tomás Lucero, Bautista Rodríguez Aznarez y Gemma Malen Pez Gamboa. Esta última es nieta de Gemma Fernández y Héctor Gamboa; dos víctimas. Daniel Loto Zurita y el estudiante universitario Carlos Estanislao Figueroa Rojas completan la nómina de víctimas.
“El objetivo del trabajo es reconstruir el relato de lo que sucedió. Estamos entrevistando a las los familiares y amigos de las víctimas. También haremos valer las voces de La Caldera, el silencio de una comunidad atravesada por el miedo que perdura por tantos año y también vamos a registrar el homenaje que se realizarán mañana en el paraje donde está el cartel de la señalización como sitio de exterminio”, dijo Gemma.
Los estudiantes cuentan con el aval del Decanato de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UNC y de las organizaciones locales que integran la Mesa de DDHH de Salta.
Humanizar, es la tarea
El relato comienza con entrevistas a los familiares de las personas desaparecidas, luego con declaraciones de los vecinos que vivían en las cercanías del paraje donde se dinamitaron los cuerpos, que a su vez están conectadas con el informe judicial y las entrevistas a los abogados de la Megacausa Salta UNSa. Las diferentes historias que existen sobre hechos ocurridos durante la dictadura son abiertas, incompletas, nunca hay un relato totalmente cerrado, porque el plan sistemático de desaparición y tortura de personas se pensó y se llevo a cabo de forma clandestina e ilegal. Es por eso que el documental cierra con todas las cuestiones del caso que quedaron inconclusas.
Las imágenes del recorrido por Salta que acompañan las entrevistas, entonces, intentan recuperar este sentido de ausencia, nostalgia y recuerdo.
“Tenemos la tarea de reconstruir conceptos y debates que pensábamos que ya estaban saldados; pero este país nos interpela de manera permanente. El contexto actual no es menor, damos la discusión y reconstruimos sentido con un presidente que admitió su negacionismo en el debate de campaña y con una vicepresidenta que organizó una visita a genocidas. Nos animamos a realizar este trabajo en una actualidad con excesiva violencia en las redes sociales”, concluyó Gemma.
Para colaborar
Como toda producción autogestionada, todos los recursos salen de los propios bolsillos. Hasta los equipos son prestados por trabajadores y compañeros comprometidos en dar la disputa permanente por la construcción de sentido. Saben que el negacionismo cuenta con recursos importantes.
Es por eso que el grupo que está rodando convoca a gente, asociaciones, productoras, sectores políticos, empresas u organizaciones que quieran aportar a este proyecto de periodismo y cine independiente. También reciben aportes, ayuda y hasta consejos de profesionales; como así también buscan testimonios vinculados a la Masacre de El Gallinato. Como las Abuelas y las Madres, las Nietas y Nietos no se cansarán jamás de buscar.
Para comunicarse con Gemma por más información, o por aportes, hay que marcar: 351 6370869. Para realizar aportes dejaron el alias: “Gallinato.docu”, a nombre de Guadalupe Cazzullo.
La producción recordó que el grupo estará en los actos por los 48 años y que luego realizarán una segunda visita con más rodaje y entrevistas en las vacaciones de enero.
El acto de mañana
Las organizaciones de DDHH de Salta organizaron para este martes 24 de septiembre, desde las 10, en el paraje El Gallinato, del departamento La Caldera, a donde recordarán a las víctimas de septiembre de 1976 de la provincia de Salta.
En septiembre de 1976 en la provincia de Salta acontecieron secuestros, desapariciones forzosas y asesinatos por fuerzas policiales, militares, de gendarmería y grupos de tareas paramilitares y policiales. Estos grupos respondían a las órdenes de quienes el 24 de marzo de ese mismo año habían tomado por asalto los tres poderes de la Nación.
La sucesión de crímenes comenzó alrededor de las 4 de la madrugada del 24 de septiembre de 1976, cuando un grupo de tareas arrancó de su casa a la docente Silvia Aramayo.
Siguió con Martín Cobos, acribillado a tiros a eso de las 2.30 del 25 de septiembre de 1976 por un grupo de policías que andaban en tres automóviles Ford Falcon y que en realidad buscaban a Enrique Cobos, hermano mayor de Martín y militante peronista, que esa misma madrugada emprendió un tortuoso exilio.
Cerca de las 4 de esa misma madrugada otro grupo de tareas secuestró al también militante peronista Daniel Loto Zurita, a Gemma Fernández, Héctor Gamboa y Carlos Estanislao Rojas.
En la zona se dinamitaron cuerpos de hombres y mujeres perseguidos por su militancia política, sindical y social, que fueron secuestrados por las fuerzas armadas y de seguridad provinciales y federales, en el marco del plan sistemático de terror y exterminio ejecutado por la última dictadura cívico-militar. El ocultamiento de los cuerpos completaba el circuito criminal de secuestro, tortura, muerte y desaparición que llevó adelante el terrorismo de Estado en la provincia.
El municipio de La Caldera integraba el Área 322, bajo dependencia directa de la subzona 32, con jurisdicción en las provincias de Tucumán, Salta y Jujuy, subordinada al Cuerpo de Ejército III con asiento en Córdoba.
El Tribunal Oral Federal de Salta juzgó a los responsables de estos y otros crímenes cometidos entre la noche del 24 y madrugada del 25 de septiembre de 1976, en la denominada Megacausa Salta-UNSa. Este proceso judicial se inició en mayo de 2012 y llegó al veredicto en diciembre de 2013.
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