La propietaria de un local de cobro de cuentas de la empresa Pago Fácil radicó en las últimas horas una denuncia penal en contra de una de sus empleadas, su novio policía y algunos de sus familiares, quienes supuestamente prestaron sus cuentas personales para que la empleada les pudiera transferir enormes cantidades de dinero desde una de las cajas receptoras, a cargo de la acusada.
Según la denunciante, el día 17 de septiembre, en el turno que va desde las 10 a las 17 la empresa registró un faltante millonario en una de las cajas receptoras de la empresa, donde se habían cobrado miles de boletas a los clientes que no fueron, cuyo importe electrónico no había impactado en las cuentas de la empresa.
Al revisar el sistema, los auditores internos descubrieron que los faltantes eran de una sola caja, cuyo responsable (una mujer) ya se había retirado del lugar por una supuesta indisposición.
Inmediatamente comenzaron a chequear el sistema de cámaras y descubrieron que la cajera cada vez que había un pago importante entregaba un tickets al cliente y tiraba al cesto de basura el comprobante de la empresa, luego desviaba los fondos a una billetera virtual de su propiedad. Minutos más tarde, se comunicaba con otras personas y aquéllas le enviaban un código de seguridad, tras recibirlo, le enviaba una remesa millonaria. La cajera quedó filmada haciendo transferencias y a la vez atendiendo el teléfono con el cómplice. Desde las 10.50 hasta que se retiró a las 17, la mujer transfirió millones de pesos a las cuentas de su pareja, un suboficial de la Policía de Salta. Luego le llenó las cuentas de Mercado Pago a sus familiares y para sí cubicó sus deseos, también hubo dinero desviado hacia cuentas Naranja X.
La auditoría web ubicó a destinatarios y cada uno de ellos fueron visitados. Todos aceptaron que recibieron el dinero pero ninguno se avino a devolverlo, ni siquiera la empleada. Finalmente, la cajera infiel se entregó al personal de la Brigada de Investigaciones que la buscaba.
Según afirman, al policía señalado la Brigada le llegó también y le retiraron el arma y la placa, pero no fue detenido. Tras seguir la ruta del dinero, los auditores descubrieron que mucho dinero, a la vez, fue transferido a un banco virtual. Se desprende que detrás del modus operandi existe otra organización más grande ligada a delitos virtuales, dijeron.
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