Un choque en el que murió un joven en la localidad de Ringuelet desencadenó una venganza por parte de familiares y allegados de la víctima, que era pariente de un sindicalista de La Plata.
Agustín Marcelo Arévalo, de 20 años, falleció al impactar su moto contra una camioneta Renault Duster en la esquina de 2 y 517, durante la madrugada de Navidad. Fue trasladado de urgencia al Hospital Gutiérrez, donde no pudo reponerse de las heridas sufridas.
De acuerdo a los primeros datos que surgen de la investigación, el conductor de la camioneta, un hombre de 38 años, se presentó horas después en forma espontánea en la Comisaría Sexta y fue imputado por homicidio culposo.
Invadidos por la ira y los deseos de venganza, familiares y amigos de Arévalo acudieron a las calles 3 y 517, a una cuadra del choque, y le prendieron fuego la casa al conductor.
Los incidentes ocurridos en el lugar motivaron la intervención de agentes de la Fuerza Barrial de Aproximación (FBA) y del Comando de Patrullas, que dispararon balas de goma para disuadir a los revoltosos.
Antes, los allegados a la víctima se habían llevado la moto, lo que obstaculizó las tareas de los peritos que investigaban el caso.
En la casa del imputado, los manifestantes arrojaban piedras y rociaban cubiertas con combustible, por lo que los policías decidieron sacar a la mujer de 63 años y madre del conductor imputado, que estaba en el lugar, para preservar su integridad.
En ese momento, allegados a la víctima “hirieron en la cabeza a un oficial. Después del incendio, una delegación de Bomberos intervino para sofocar las llamas, que finalmente destruyeron la casa. Cinco personas fue el saldo total de demorados e imputados por los incidentes, que originaron la apertura de una investigación por “atentado y resistencia a la autoridad, lesiones, daño e incendio”.
Fuente: El Tribuno | Policiales