Siguen las audiencias en la Sala V del Tribunal de Juicio que dirige la jueza Mónica Faber donde se investiga el intento de homicidio calificado por la relación y media violencia de género en perjuicio de la humorista salteña Camila Sabrina Maza, conocida como Camila Spears. El acusado, su pareja en el momento del hecho, es Luis Alberto Martínez.
Según los defensores del imputado “hasta el momento pasaron innumerables testigos por el estrado y la única declaración sin contradicciones es la de nuestro defendido, por eso la importancia de separar la realidad de la fantasía y evitar el cataclismo de una historia mal contada”.
“Él quiere contar su verdad, si se condena a un inocente, nadie nos garantiza que evitemos la impunidad alguna vez”, expresó el defensor Rodrigo Palacios, al mismo tiempo que puntualizó que su cliente está “con ansiedad y tristeza de lo que viene cargando hace tiempo”. El otro defensor de Martínez es Nicolás Fernández.
La defensa sostuvo que se dijeron muchas cosas que “están fuera de contexto, percepciones, conjeturas todas sin sustento probatorio”.
Según la versión de los defensores, el día de los hechos, el 1 de febrero de 2023, fue Luis Martínez quien encontró a la señora Maza en el piso y el que activó el protocolo de emergencia. La rápida intervención, señalaron los letrados, fue decisiva para que hoy “podamos celebrar la vida”.
“Luis siempre estuvo presente y a disposición de la justicia, eso dice mucho de él y de su inocencia”, argumentó Palacios.
“Preferimos la prudencia y el cumplimiento de las normas, nadie puede ser condenado sin justo juicio previo pero muchos medios de comunicación ya condenaron a Martínez sin ver ni una sola de las pruebas”, expresó Palacios.
Requisitoria fiscal
La noche del 31 de enero del año pasado Camilia Maza y su pareja, Alberto Martínez, fueron a La Rosa Disco donde la mujer iba a dar un show humorístico como regalo para una amiga. El espectáculo se frutó dado que el acusado no había preparado el sonido, como solía hacerlo, cuestión que generó una discusión entre ambos.
Siguieron en el lugar, tomando bebidas alcohólicas, y en la madrugada se fueron en un remís a su domicilio donde continuaron tomando alcohol. Cerca de las 10 el imputado observó que su pareja estaba chateando con el celular y se lo pidió para ver el contenido. Enojado agarró el celular y lo tiró.
Volvieron a discutir, ella le dijo que quería terminar la relación, en un momento mientras estaba parada frente a un espejo él la golpeó por atrás con una silla en la cabeza, según la mujer quien se desvaneció.
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