El regreso de unas mini vacaciones se convirtió en pesadilla. Cientos de salteños que volvían de Tarija se encontraron con una demora de hasta cuatro horas en el paso fronterizo de Aguas Blancas. La situación, que se produjo en medio de un calor sofocante de 45 grados, generó tensión y enojo entre los viajeros.
Néstor Molina, uno de los damnificados, relató la odisea: “Estamos volviendo de vacaciones de Tarija, y nos encontramos con la cola de cuatro cuadras, dos colectivos con 180 personas”.
A pesar de que los pasajeros habían presentado toda la documentación necesaria para ingresar a Bolivia, “la burocracia retrasó el paso en el regreso. La mujer que estaba a cargo de este operativo se puso en contra de todo lo que le decían los dueños de los colectivos de empresas turísticas. Dijo que recibe órdenes y que no tenía que rendirle a nadie”, denunció Molina.
Discusión y enojo de los viajeros
La situación generó momentos de tensión con el personal de Gendarmería y de Migraciones, con discusiones y enojos entre los viajeros y las autoridades.
Dos colectivos, una traffic y una fila de unos 30 vehículos fueron los que quedaron varados en la frontera.
La bronca de los salteños radicó en las demoras del regreso, impidiéndoles llegar a sus hogares en el horario previsto. “La burocracia retrasó el regreso de varios salteños que tenían previsto arribar de día, ahora tienen que seguir el viaje de noche”, lamentó Molina.
La odisea en la frontera dejó en evidencia la necesidad de agilizar los trámites para evitar este tipo de situaciones. El paso comenzó a normalizarse al anochecer de este miércoles.
Fuente: El Tribuno | Salta