Las familias de la comunidad educativa de la escuela 4229 “Tambor de Tacuarí” tomaron el edificio como medida extrema para hacer oír sus reclamos. Llevan ya tres generaciones realizando pedidos de mejoras edilicias. El edificio de la institución está ubicado en el barrio Villa Las Rosas, de la localidad de Coronel Juan Solá (Estación Morillo).
Tiene una matrícula de 370 alumnos, distribuidos en los dos turnos. La escuela está tomada por padres de la comunidad originaria wichi de los parajes La Cortada, Chañar II, Villa Primavera.
La curioso es que este lunes comienza la tercera semana de toma y las autoridades de Supervisión o del Ministerio aún no resolvieron el conflicto.
Las familias denuncian una falta de interés, que lleva varios años, por parte de las autoridades políticas.
“No se resuelven las viejas problemáticas del edificio que venimos con el reclamo desde el año 2018. Lo que sucede es venimos gestionando desde hace dos años con notas, expedientes y pedidos que no tienen respuestas. Se hacen reuniones, nos hacen promesas y mi hijos ya se fueron de la escuela, pero lo mismo sigo viniendo porque ya vienen mis nietos”, dijo Martín Díaz, que es un referente wichi.
Es decir, Díaz comenzó con los pedidos cuando sus niños iban a esa escuela. Esos niños ahora se hicieron padres y mandan a los nietos y siguen las mismas problemáticas. Entonces los problemas no son sólo de esta ministra; la dilatación de los tiempos ya es una estrategia perfeccionada de los funcionarios de Educación y superan las generaciones.
Las problemáticas edilicias son: faltan baños, las instalaciones eléctricas están deterioradas, no tienen seguridad, el comedor está en malas condiciones, hay olor a pozo en todas las aulas, las puertas y ventanas necesitan arreglos y los techos son viviendas de murciélagos. Lo peor de todo es que no tienen comida. Esto es clave en una zona donde existe una declarada emergencia alimentaria. Toda esta información la brindaron Martín Díaz y Daniel Juárez.
“Desde que yo venía a esta escuela (hace 24 años) no había cocina. Luego vinieron mis hijos y comenzamos con las gestiones por notas desde el año 2018. Todos los funcionarios recibieron los pedidos. Desde las supervisoras hasta la ministra sabe nuestra problemática. Tenemos actas acuerdo, relevamiento, más pedidos y una impotencia grande por las promesas incumplidas. Al día de hoy seguimos sin cocina”, dijo Díaz.
Es por eso que todo estalló hace tres semanas cuando las familias decidieron tomar la escuela.
Hace más de 6 años que venimos con gestiones y no hay respuesta; esto debe ser porque somos aborígenes. Lo único que le pedimos al Gobierno es una respuesta, una comunicación. Si la tenemos se levanta, pero ya llevaremos tres semanas y no pasa nada”, dijo Díaz.
Según Daniel Juárez para hoy se espera una presencia masiva de familiares de los escolares para reclamar información sobre cómo pueden comenzar a mejorar las instalaciones de una escuela que cada vez se pone peor.
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