“Los hogares con bajos ingresos tienen más niños que los hogares no pobres”

El dato del primer semestre dado a conocer ayer por el Indec y que más duele indica que el 56,2% de los chicos de hasta 14 años es pobre y el 13,6% es indigente en la Argentina. El porcentaje representa una suba de más de cinco puntos en un año. El rango entre 12 y 17 años tiene la situación más crítica y casi el 60% no tiene la canasta básica cubierta.

Consultado al respecto Jorge Paz, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas y director del Ielde (Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico) de la UNSa, analizó que “lo que nos está diciendo esta cifra es que los hogares que tienen bajos ingresos tienen más niños que los hogares que quedan fuera de la línea de pobreza. Es decir que se trata de hogares más numerosos con un grupo más importante de niños que están dentro de la pobreza”. No obstante, aclaró que eso es algo que se da en todos los países del mundo, no es algo particular de Argentina, lo cual no quita que sea algo “gravísimo”.

Paz ahondó en los motivos de la dura realidad: “Ahí uno tiene el germen de lo que va a ser la reproducción, lo que llamamos en los estudios de pobreza, reproducción intergeneracional de la pobreza, porque son niños que nacen en hogares pobres y la probabilidad que tienen esos niños de ser pobres cuando sean adultos es mayor que la de aquellos niños que nacen en hogares no pobres”.

El investigador salteño analizó que “a largo plazo, cuando esos niños se hagan adultos y formen sus propias familias, es muy probable que sean pobres también. Entonces, estoy pensando ya en una pobreza de largo plazo que no puedo disminuir de manera muy sencilla porque hay que cortar los mecanismos de transmisión intergeneracional de la pobreza que no son fáciles de controlar”.

“Cuando esos niños se hagan adultos y formen sus propias familias es muy probable que sean pobres también”.

Ahora bien, a partir de los datos duros, ¿qué debería hacer el Estado para contener a estos niños? Ante la consulta, Jorge Paz respondió: “La brecha que hay entre el 9,3% y el 40% de la canasta básica total nos está diciendo que el Estado está haciendo algo muy importante porque si uno mira en el mediano plazo, desde hace cinco años a esta parte, si bien la pobreza total aumentó, la pobreza extrema se ha mantenido en niveles más o menos parecidos, en 9%, y ahí es donde está actuando la protección social”, en referencia a los programas de transferencia de ingresos, como la Asignación Universal por Hijo o la Tarjeta Alimentar.

“Los programas de protección social están sosteniendo la pobreza extrema, sería mucho más elevada si no estuviesen”.

“Todos esos programas que son fuertemente criticados están haciendo de que al menos esas personas, particularmente niños, hay que aclararlo, no estén por debajo de la canasta básica alimentaria, en hogares que tienen ingresos por debajo de la canasta básica alimentaria, es decir, que están sosteniendo la pobreza extrema porque sería mucho más elevada si esos programas no estuviesen llegando a esa población, entonces algo se está haciendo”, opinó el economista.

Mediciones generales

Paz aclaró que las mediciones oficiales conocidas ayer corresponden al primer semestre de este año (pobreza del 40,1% e indigencia del 9,3% de la población), es decir, que son datos de pobreza hasta el mes de junio, que no incluyen los acontecimientos económicos pos-PASO de la disparada de la inflación. Sobre las variables de la pobreza señaló que “se están comparando ingresos de la población, es decir, cuánto gana una persona, y después se calcula para las familias que las personas forman, para los grupos familiares, pero se compara cuánto gana una persona y cuánto ingreso junta un grupo familiar con una canasta calculada para esa persona o ese grupo familiar de bienes que son básicos; es decir, hay dos canastas que se contabilizan, la canasta básica alimentaria y la canasta que contiene otros elementos, como por ejemplo gastos de transporte, vestimenta, indumentaria, abrigo, pago de luz, de servicios públicos, de gas, que eso es “más o menos el doble del valor de la canasta básica alimentaria”, dijo.

En la capital de Salta la pobreza es de 37,5%. Si bien dijo que es “alta”, con respecto al promedio nacional (40%) Paz destacó que “estamos tres puntos por debajo”, lo cual es una diferencia “importante” e “inédita”. Incluso añadió que Salta está por debajo de la media regional (41%).

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