Lionel Messi, el genio argentino que marcó una era en el fútbol, sigue demostrando que su visión va más allá de un campo de juego. Mientras se prepara para lo que podría ser su última Copa del Mundo en 2026, el astro argentino comenzó a dar pistas claras sobre su futuro post-fútbol, con una incursión cada vez más firme en el mundo empresarial.
El capitán de la Selección Argentina y actual estrella del Inter Miami CF acaba de dar un paso significativo al sumergirse de lleno en el ámbito de las inversiones. A través de su empresa Edificio Rostower, una sociedad cotizada de inversión inmobiliaria (socimi) con sede en Barcelona, Messi comenzó a diversificar sus intereses más allá del deporte. La firma salió recientemente a cotizar en la Bolsa europea Portfolio Stock Exchange, un mercado supervisado por el Banco de España, con un precio de referencia de 57,4 euros por acción, lo que otorga a la empresa un valor total de 223,2 millones de euros.
Una jugada maestra que posiciona al futbolista en un sector diferente al que lo ha catapultado a la fama mundial: la propiedad inmobiliaria. En el directorio de la empresa no solo figura Messi como presidente, sino también Antonela Roccuzzo, su esposa, quien ocupa el puesto de vicepresidenta primera. Juntos, con un equipo de expertos en gestión de patrimonio, están redefiniendo el futuro financiero de la familia Messi.
Un imperio inmobiliario en crecimiento
Los activos de Edificio Rostower se concentran principalmente en la región de Cataluña, donde Messi residió por más de 20 años. Desde su mudanza a París en 2021 y su posterior traslado a Miami, el astro ha mantenido una fuerte conexión con la región que lo vio crecer. La empresa se dedica a la adquisición y promoción de bienes inmuebles para alquiler, y su reciente cotización en Bolsa marca un nuevo capítulo en su estrategia empresarial.
Pero la incursión de Messi en el mundo de los negocios no comienza ni termina con esta firma. El astro ya cuenta con una importante cartera de inversiones en bienes raíces, que incluye seis hoteles bajo la marca MiM, situados en destinos de lujo como Andorra, Ibiza, Mallorca y Sitges. Además, posee un edificio de oficinas en Barcelona, un restaurante en Castelldefels y varios inmuebles en ciudades internacionales como París y Londres. Con esta sólida base, Messi no solo se asegura un futuro post-fútbol, sino que refuerza su presencia en el competitivo mundo de los negocios.
Socimi: Un modelo fiscal favorable para los grandes inversores
La transformación de Edificio Rostower en una socimi (sociedad cotizada de inversión inmobiliaria) el pasado 11 de diciembre de 2024, es una jugada estratégica. Este modelo empresarial tiene ventajas fiscales significativas, como la tributación al 1% en el impuesto de sociedades, siempre y cuando se reparta al menos el 80% de los beneficios en dividendos, una condición que favorece a los grandes inversores.
Con esta transformación, Messi no solo optimiza sus inversiones inmobiliarias, sino que también se asegura de que su imperio siga creciendo bajo un marco fiscal favorable. A su lado, en el directorio de la firma, se encuentran figuras clave como Alfonso Nebot, quien dirige la oficina de gestión del patrimonio familiar de Messi, y el economista Ramón Adell, consejero de Naturgy.
El futuro de Messi: Más allá de los trofeos
Mientras los fanáticos de todo el mundo esperan su posible última participación en el Mundial de Clubes de 2025 y, quizás, su despedida en la Copa del Mundo de 2026, Lionel Messi demuestra que su legado no solo se construye con goles y trofeos. Con su incursión en el mundo de las inversiones inmobiliarias, el crack argentino comienza a forjar un futuro empresarial tan sólido como su carrera deportiva.
Con su mirada fija en nuevos horizontes, Messi no solo se prepara para un retiro tranquilo, sino que ya está construyendo un imperio que trasciende las fronteras del fútbol.
Fuente: El Tribuno | Deportes