La madre del niño salteño con huesos de cristal pide ayuda

Bautista Álvarez, el niño salteño con huesos de cristal, sigue con su lucha de operaciones, controles y recuperaciones.

Para la semana que viene, el niño y su mamá, tienen que viajar a Buenos Aires para un control en el hospital de pediatría “Prof. Dr. Juan Pedro Garrahan”. Los médicos evaluarán si están dadas las condiciones para una intervención de una prótesis en Bauti.

Los antecedentes del niño son extensos. En julio del año pasado, en el mismo nosocomio, le cambiaron toda la columna vertebral. El trabajo de excelencia lo realizó el equipo de Patología Espinal del reconocido hospital pediátrico; fueron más de 20 profesionales en el quirófano para una cirugía de más de 10 horas. Como un gran milagro y el lunes 22 de julio cumplió sus 14 años.

Los médicos le dijeron que a los 6 meses iban a comenzar a analizar la posibilidad de seguir con las cirugías y ahora le toca a la cadera. Ya está la cadera y la semana que viene viajan a CABA a comenzar a ver esas posibilidades.

Ahora bien, Bauti tiene todos los gastos pagos. La que rema en dulce de leche es María que tiene que tener el dinero para los traslados y la comida. Ella clacula que son unos 60 mil pesos por día, pero el costo de vida en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es más alto que Salta.

El teléfono para ayudar, o para informarse sobre cómo colaborar de otra forma, a este niño es el de María, la madre: (0387) 154684554. El alias de la cuenta de Bautista Álvarez es: juntosporbauti.

Otra cuestión es que no se sabe cuánto tiempo van a demorar esos estudios. Lo que sí sabe es que el tiempo mínimo es una semana, el máximo puede ser un mes completo. Es por eso que debe conseguir todo el dinero que pueda.

Lo que sufre Bautista es la osteogénesis imperfecta, más conocida como la enfermedad de los huesos de cristal, es un trastorno que se caracteriza por dotar de una excesiva fragilidad a los huesos. Es consecuencia de una deficiencia congénita en la elaboración de una proteína: el colágeno. Quienes la sufren tienen en sus huesos menos cantidad de esta proteína de lo normal y están predispuestos a quebraduras múltiples, a veces sin causa aparente.

Fuente: El Tribuno | Salta