Gimnasia y Tiro otra vez cumplió, sufrió en demasía, pero logró abrochar una agónica victoria frente a 9 de Julio de Rafaela, al que venció en el Gigante del Norte por 1 a 0, en el marco de la 32ª fecha del Federal A.
El albo, líder indiscutido de la zona 4 y clasificado a los paly-offs, mostró una versión en su juego diferente a la habitual y muy positiva, principalmente en la primera mitad, donde el equipo de Rubén Darío Forestello priorizó jugar al ras del piso, presionó bien en la zona media y generó opciones de peligro con buenas sociedades. Eso sí, lo negativo fue que no estuvo fino en la puntada final.
Gimnasia, lejos de recurrir a jugar en largo y buscar el área rival con pelotazos, una estrategia muy utilizada que le dio buenos frutos, fue muy superior al león rafaelino y mereció irse a descanso en ventaja, porque propuso, buscó y estuvo cerca de romper el cero, pero lamentablemente en el fútbol no se gana por merecimientos, sino con goles.
En la segunda mitad, el conjunto albiceleste salió con la misma idea de juego, dominó por momentos las acciones, pero con el transcurrir de los minutos la falta de ideas para romper la última línea de la visita provocó cierto desconcierto y nerviosismo.
Yagui Forestello movió el banco de suplentes y le fue cambiando la cara a su equipo, que de tanto buscar quedó mal parado en defensa, algo muy pocas veces visto, y 9 de Julio intentó sacar provecho (29′) en una acción donde Maximiliano Ibáñez quedó mano a mano frente a Federico Abadía, arquero millonario, quien revalidó su gran momento y tapó un pelota clave.
Gimnasia, en busca de la ansiada ventaja, recurrió a los centros cruzados y pelotazos, pero encontró la figura de Agustín Grinovero, guardavallas del león, responsable de mantener el cero.
Sobre el final del partido, ya en tiempo adicional (52′), Gonzalo Tarifa, una de las apuestas del técnico albo, en una contra rápida aprovechó su velocidad, le ganó la posición a su marcador (Facundo Centurión), quien en el intento de contenerlo terminó cometiendo un clara infracción en el área: José Díaz, el árbitro del partido, no dudó y automáticamente sancionó la pena máxima.
Justamente, Exequiel Narese, otras de las apuestas de para cambiarle la cara al equipo, fue quien tomó la responsabilidad y marcó desde lo doce pasos el agónico gol que le otorgó el triunfo al albo.
Gimnasia y Tiro mostró una nueva y productiva faceta en su juego, sufrió pero volvió a ganar en Gigante.
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