Brad Sigmon, un hombre de 67 años condenado por un doble homicidio en 2001, fue ejecutado el viernes 7 de marzo en Carolina del Sur mediante un pelotón de fusilamiento. Se trata de la primera vez en 15 años que este método es utilizado en Estados Unidos.
La ejecución tuvo lugar en la cámara de la muerte del estado, donde tres empleados de la prisión dispararon sus rifles desde una distancia de 4,6 metros. Sigmon, vestido con un mono negro y con una capucha cubriéndole el rostro, llevaba un objetivo blanco con un círculo rojo en el pecho. Tras los disparos, fue declarado muerto a las 18.08.
Sigmon fue sentenciado a la pena capital por asesinar brutalmente a los padres de su exnovia con un bate de béisbol en el condado de Greenville. El crimen fue parte de un intento de secuestro con la intención de pasar un fin de semana con la hija de las víctimas antes de matarla y suicidarse. Sus abogados intentaron evitar la ejecución alegando que la inyección letal en el estado carecía de transparencia y que la silla eléctrica era inhumana, pero la Corte Suprema de Carolina del Sur rechazó la apelación.
El caso de Sigmon reavivó el debate sobre la pena de muerte en Estados Unidos, especialmente por el uso del pelotón de fusilamiento, un método que había sido utilizado solo tres veces desde 1977 y que sigue siendo objeto de controversia.
Fuente: El Tribuno | Internacionales