Inés Fernández, es mamá de 5 hijos y se sostiene con su trabajo de peluquera, en un local que armó en su casa del barrio El Cambio. El día de la tragedia en la Avenida Paraguay, salió a bailar junto a su hija, Vanina Albarracín (20), y ambas fueron impactadas por el Fluence Blanco. A casi una semana de lo ocurrido, sostiene que sigue internada en la sala general de mujeres del Hospital San Bernardo, ya que aún no pueden operarla en su pierna quebrada, por la falta de los materiales necesarios para la intervención quirúrgica. En el caso de la joven fue rápidamente dada de alta.
En diálogo con El Tribuno, Inés Fernández, contó: “Cuando me vieron me dijeron que tienen que hacerme una operación de urgencia. Por eso, mi hermana sacó un papel de anses, para acreditar que no tengo obra social a pedido del hospital. Sin embargo, luego me contestaron que tiene que hacerse cargo el seguro del auto que me chocó, a lo cual pedimos los papeles del auto, después la mandaron a la ciudad judicial, para que vean de hacer las pericias. Es toda una burocracia”.
Y relató: “Se me quebró la tibia, peroné y sufrí golpes en la cabeza. Lo que es más urgente es la operación en mi pierna, porque está toda astillada. El médico me dijo que tienen que reconstruirla, para que no quede una pierna más corta que la otra”.
Luego, comentó que les pidieron hacer los papeles del Programa Incluir Salud y allí le negaron toda posibilidad de ayuda. “Pago hace 11 años a este programa y ahora que la necesito no me ayudan. Mi hermana fue a ver el día miércoles, y nunca vinieron a verme. Sólo el doctor del hospital me comunicó que se harían cargo de los materiales, pero hasta el momento nada apareció. Estoy postrada”.
Fernández, dijo: “Estoy re adolorida y me encuentro inmóvil, el vehículo me golpeó el hombro, y la pierna izquierda la tengo quebrada. Además, me hicieron puntos en la frente y necesito de una persona todo el tiempo para orinar, tomar el té y comer. No puedo estar tantos días esperando que a ellos se le de la gana de operarme, tengo 5 menores a mi cargo, que ahora los cuida mi hija, otra victima de este ebrio”.
El relató de la tragedia que les tocó vivir
Asimismo, Inés, recordó: “Nosotras salimos del baile a las 5, cruzamos la avenida con mi amiga Karen Marin y buscábamos un remis. Cuando me doy vuelta en la segunda fila de autos, esté vehículo (por el Fluence blanco), venía dando vueltas, en ese momento no vi más, sentí el impacto”. Y siguió: “De los nervios desperté y empecé a buscarla a mi hija, me di vueltas y estaban todos los cuerpos tirados, gritaba por mi hija. En eso apareció un chico y me dijo que esperé que ya viene la ambulancia, me enloquecí de ver tirada a mi hija y me volví a desmayar”.
Lo que padeció Vanina Albarracín, otra victima del siniestro
Luego, contó: “A mi hija le dieron el alta ese mismo día, pero ella no estaba bien porque no sabía ni quién era ella, tampoco no me reconocía. Al preguntar porque le daban el alta tan rápido me dijeron que le hicieron una tomografía y estaba bien. Pero yo la revisé y tenia toda la espalda quemada y la pierna también, cuando se va de alta me la llevan a casa, llegó mareada y se le estaba infectando toda la herida”.
La familia es un caos y sus pequeños están desamparados
Y añadió: “Mi hija que está delicada junto a mi hermana se están encargado de demás pequeños, tratando de llevarlos a la escuela. Pero a mi hijito más pequeño no está yendo al pre jardín, no tengo quién lo lleve, y eso me duele un montón. Su papá no nos ayuda en nada, hice denuncias por pensión alimenticia pero no paso nada porque no tiene un trabajo formal. Mi dolor más grande es tener a mis hijos lejos y todo lo que están pasando. Ayer se nos acabó el gas, estoy viendo desde aquí la forma de pedir prestado, ya no doy más con todo esto”, lamentó entre llantos.
Finalmente, Fernández, pidió a las autoridades de Salud: “Por favor necesito que me operen, para volver a mi casa, laburo todos los días para darles de comer a mis hijos, y no puedo volver por culpa de unos tipos borrachos”. Y agregó: “Se viene semana santa, entonces no sé cuando volveré a mi casa y hasta cuando mis hijos quedarán solos e indefensos”.
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