Esta madrugada murió el exfutbolista Omar “Negro” Palma, ídolo histórico de Rosario Central. Tenía 66 años y había quedado internado hace poco más de una semana tras sufrir un ACV.
“Durante la noche falleció Omar Palma. Desde el Hospital Italiano de Rosario acompañamos en este momento a sus familiares”, escribieron en el parte médico oficial del establecimiento en el que se encontraba internado el reconocido ex jugador.
Palma había nacido en Chaco, pero de chico se mudó a Rosario para jugar en las inferiores de Central. Su gran debut con la camiseta del Canalla fue en 1979 y durante sus tres ciclos ganó tres títulos (Campeonato de Primera División 1980 y 1986/87, y la Copa Conmebol 1995), convirtiéndose en el más exitoso de la historia del club.
Aunque históricamente quedó asociado a los colores de Central, el Negro también tuvo pasos por equipos como Colón, River y Veracruz de México; aunque su amor siempre fue con el club rosarino.
Después de retirarse, tuvo dos breves experiencias como entrenador: una en Rosario Central en 2011 y otra el mismo año en Central Córdoba.
El 30 de septiembre Palma se había descompensado en su casa y había sido internado en terapia intensiva. Los estudios médicos confirmaron que había sufrido un ACV.
Su última aparición pública había sido el sábado 28 de septiembre, cuando observó el clásico de la Reserva entre Rosario Central y Newell’s junto a otras glorias de la Academia como Miguel Ángel Russo y José Luis “Puma” Rodríguez, entre otros.
Su carrera futbolística
El Negro fue uno de los grandes volantes creativos de las décadas del 80 y 90. Un 10 clásico de aquellos tiempos brillantes, parecido a todos y a ninguno. Habilidoso, gambeteador y dueño de una pegada envidiable. De tiro libre, de penal, cuando salía el derechazo, era medio gol. Prueba de ello, de los 64 goles que hizo en Central, 15 fueron de tiro libre y 30 de penal. El primero de falta lo hizo en el Metro 81 ante el Boca de Diego Maradona y Miguel Brindisi, que logró un ajustado triunfo por 3 a 2 el 10 de mayo.
Palma ingresó en el segundo tiempo por Víctor Marchetti y después del partido le contaba al cronista de Clarín: “Zof me indicó, cuando entré, que me juntara con los otros volantes para tocar asegurar la pelota. ¿El gol de tiro libre? Bueno, al no estar García (quien siempre los patea), nos pusimos Bauza, Orte y yo pero ahí mismo les pedí por favor que me lo dejaran. Le pegué muy justo, la pelota pasó por arriba de la barrera y se metió. ¡Qué bronca que no nos sirvió aunque sea para empatar”.
El jugador nacido en Campo Largo, Chaco, el 12 de abril de 1958 había debutado el 2 de octubre de 1979 en la Primera de Central (1-1 con Boca) y al año siguiente fue campeón del torneo Nacional. En la final de ida ante Racing de Córdoba (5-2), marcó uno de los goles, el primero de los 64 que hizo en el Canalla.
Ya consolidado en Primera, Central, de malas campañas en el Metro 82, 83 y 84, fue uno de los primeros equipos en bajar a Primera B por la tabla de promedio del descenso, implementada el año anterior tomando en cuenta solo dos temporadas.
En 1985, el equipo rosarino arrasó y fue campeón del torneo de Primera B, en diciembre. Como hubo una reestructuración del fútbol y el nuevo torneo empezaba en julio de 1986, Central dio a préstamo a casi todo el plantel. Así, el Negro Palma jugó unos meses en Colón, en el Apertura 86 de la B, que le permitió al Sabalero clasificase para jugar el primer Nacional B.
De regreso, siguieron los éxitos. Bajo la conducción de Angel Tulio Zof, el técnico que lo hizo debutar en Primera y con el que fue campeón en 1980, Palma fue el líder de un equipo inolvidable, que ganó uno de los torneos largos más peleados de la historia y que se definió recién en la última fecha en cancha de Temperley (1-1, gol del Negro de penal). “Era una gran responsabilidad”, dijo tras la consagración inédita, ya que Central fue el primer equipo profesional en ascender y salir campeón al torneo siguiente.
Por su gran temporada en aquel Central campeón, lo compró River, que venía de ganar todo pero había cambiado de entrenador, tras la salida de Héctor Veira llegó Carlos Timoteo Griguol. Y a la temporada siguiente llegó César Luis Menotti. Tras dos temporadas sin poder demostrar todo su talento, aunque es recordado por un gol en el final de un Superclásico que River le ganó 3-2 a Boca (antes había desperdiciado un penal y sobre la hora Jorge Comas falló otro) fue vendido al Tiburones Rojos de Veracruz de México, donde jugó tres temporadas.
Regresó a Central en 1992 y se quedó hasta su retiro en 1998. En el medio, también fue uno de los baluartes de la conquista de la Copa Conmebol 95, en aquella inolvidable final ante Atlético Mineiro, 0-4 en Belo Horizonte, 4-0 y 4-3 por penales en el Gigante de Arroyito. Además, el 12 de noviembre de 1995, con 37 años y 7 meses, se transformó en el jugador más longevo de Central en hacerle un gol a Newell’s, y lo hizo de tiro libre para el triunfo del Canalla por 2 a 0.
“Esto pudo haber sido mi último clásico y no podía ser mejor. Por el funcionamiento del equipo y por la fiesta”, dijo el Negro tras la victoria, que además fue llevado en andas por sus compañeros y los hinchas que invadieron el campo de juego. Fue, de hecho, su único gol y su último partido en un clásico.
En sus tres etapas, completó 390 partidos, marcó 64 goles y es el jugador más ganador en la historia de Central desde su ingreso a AFA en 1939. Además jugó 17 encuentros en
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